6 de septiembre de 2025
CUERO, TX — Texas sigue estando entre los cinco estados con mayor prevalencia de VIH en el país, con más de 88,000 residentes que actualmente viven con el virus. Solo en 2022, el estado registró aproximadamente 4,200 nuevas infecciones, según datos federales de salud. Aunque los centros urbanos como Houston y Dallas concentran la mayoría de los casos, los condados rurales como DeWitt enfrentan riesgos más silenciosos—frecuentemente ignorados en los informes estatales.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) ubican a Texas en el cuarto lugar a nivel nacional en casos totales de VIH, solo detrás de Florida, California y Nueva York. La tasa de supresión viral del estado—una medida clave del éxito del tratamiento—se mantiene en torno al 66.6%, lo que significa que aproximadamente un tercio de los texanos con VIH podrían no tener su condición bajo control. La atención preventiva también es limitada: solo el 32.9% de los residentes elegibles están recibiendo PrEP, el medicamento diario que puede prevenir la transmisión del VIH.
A pesar de estas cifras, el condado de DeWitt no aparece en la lista de prioridades del programa “Ending the HIV Epidemic” de los CDC, ni está señalado en los rankings estatales de alta incidencia.
Aunque el condado de DeWitt no esté en crisis, los expertos en salud pública advierten contra la complacencia. Mientras Texas enfrenta un aumento en los casos de VIH, las comunidades rurales deben asegurarse de no quedar rezagadas en prevención, atención y diálogo.